En los jardines de Diputación, se puede ver una secuoya centenaria que vigila a los transeúntes que caminan por su paso, ajenos a la cercanía de tan inmenso árbol.
El caso es que, al estar tan cerca de las verjas de la calle, no se tiene una perspectiva adecuada para valorar las dimensiones de este Monumento Natural.
Como anécdota os contaré que sobrevivió a un rayo que le cayó en 1933 y destrozó su copa.
Es una especie proveniente de América y mide 37 metros de altura y 7 metros de perímetro.
Es un testigo mudo de tantas historias que habrá vivido, ya que fue en 1855 cuando un tal Jose Mª Gastón lo trajo de América (aunque primero estuvo en su jardín de Irurita) y lo plantó en estos jardines cuando fue elegido diputado.
Esta secuoya forma parte de Monumentos Naturales de Navarra.
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