EL ENCIERRO

Si por algo se le conoce mundialmente a Pamplona es por el encierro de San Fermín.
8 días al año, a las 8.00 de la mañana, 848m de intensa carrera que comienza rogando a San Fermín que nos proteja o como decimos aquí: nos eche un capotico.

Y capotes hacen falta, y muchos, ya que hay mucho descerebrado que se mete en el recorrido pensando que los toros no tienen cuernos, o que si se le acerca mucho uno, se le da al Pause y santas pascuas... ¡Que son morlacos de 600kg! Que si te pisa uno te acuerdas de sus pezuñitas por lo menos para el resto de los sanfermines, y no te quiero ni contar si te pilla el asta... ¡como un queso gruyere se han quedao algunos!

Pero la mayoría se toma el Encierro como lo que es (y menos mal), una carrera peligrosa, apta para valientes corredores que dispongan de buenas piernas, pero sobre todo, mucha cabeza.
Los habituales del encierro, cada uno tiene su sitio preferido para comenzar la carrera, así como sus propias manías o supersticiones. Todo es poco para el reto al que se enfrentan.

Los primeros datos que se tienen son de 1385, y la costumbre era trasladar los animales de las dehesas donde descansaban hasta la plaza. 

Como curiosidad, el encierro no siempre ha tenido el recorrido actual, pasando por Estafeta. Desde 1385 hasta 1844 las corridas de toros se festejaban en la Plaza del Castillo, por lo que el encierro transcurría por la calle Chapitela hasta llegar a dicha plaza.
 

Monumento al Encierro en Avda Roncesvalles

La plaza que actualmente está en uso, fue inaugurada en los Sanfermines de 1922, y tardó menos de un año en construirse, probablemente para evitar represalias por no estar lista para los siguientes sanfermines.

¿Habéis visto alguna vez el encierro in situ? ¿Conocéis a alguien que haya corrido el encierro?