SAN FERMÍN -7 de Julio-

Cuando todavía muchos arrastraban sus pantalones, que hace sólo unas horas eran blancos e impecables, por las calles de lo viejo, gastando el último cartucho que les queda del día, y muestran sus signos de cansancio y satisfacción al mismo tiempo...

Cuando los bares que llevan un ritmo frenético han cerrado para limpiar unas horas, y vuelta otra vez con el ritmo sanferminero...
Entonces, es cuando la mitad de la ciudad que hasta entonces dormía, se levantaba, ilusionada por un bonito día que les esperaba.

San Fermín a la salida de la Capilla

7 de Julio es día grande en Pamplona, aunque el patrón es de toda Navarra. 
La imagen que se proyecta de los sanfermines es: juerga, alcohol, excesos y  locura, vamos, La ciudad sin ley...Y no es cierto, hay mucho más.

Y es que tocaba sacar en procesión al morenico, a San Fermín.

La corporación municipal, escoltada por gigantes, cabezudos,gaiteros, txistularis...y todo el que se quiera acercar, recoge al cabildo y se dirigen la capilla de San Fermín (Iglesia San Lorenzo)

Durante la procesión y en distintos puntos organizados del camino, grupos de coros o joteros le entonan su mejor repertorio al santo. 
Es otro de los momenticos, que a la gente de Navarra les emociona y les gusta disfrutar. 

Calle Curia, al fondo vienen los gigantes

Al volver de la procesión, nos vamos directos a catar unos friticos en el vermouth, para reponer fuerzas.